El mundo está cambiando. La magia, otrora poderosa, empieza a resultar innecesaria. Los dioses ya no son escuchados. Y el hacha y la espada siguen dejando ríos de sangre.
En estos tiempos oscuros, siguen existiendo hombres que tienen fe en lo místico y las deidades. Que aún conservan un poderoso sentido del honor. Pero lo que les depara el destino, no se lo deseo ni a mi más férreo enemigo.
En estos tiempos oscuros, siguen existiendo hombres que tienen fe en lo místico y las deidades. Que aún conservan un poderoso sentido del honor. Pero lo que les depara el destino, no se lo deseo ni a mi más férreo enemigo.
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