¿Cómo vive un asesino en serie sus años de vejez? ¿Sigue respondiendo a sus impulsos... puede aún? ¿O los pasa en un típico asilo para ancianos, jugando bingo y tomando té?
The Roberts plantea una situación donde no sólo uno de los peores asesinos conocidos en Estados Unidos no ha encontrado castigo, sino que además parece que tiene compañía.
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